La Tercera Legión y su caída

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Cadepo, soldado del Imperio 08151024176307770

Aunque ya hace tiempo que dejé de pertenecerles, si alguna vez lo hice en plenitud, no puedo negar que yo también soy (fui) de la Tercera. Aunque ya informé de forma suficiente sobre ella (http://wp.me/p3KeLu-45), la Tercera Legión fue también mi hogar. Un refugio temporal, una choza de paz, mientras toda mi vida seguía girando con una órbita incierta.

El General degradado con deshonor, mi capitán ascendido pero deportado, y el resto de mandos degradados o trasladados. Un nuevo mando se hizo cargo, al parecer, de toda la Legión, aunque no parece que fuese para reforzarla, sin o más bien para lo contrario. Por lo que se filtra, pronto será un corps destinado en el extranjero, en la órbita del Imperio, pero fuera de él. Malos tiempos para el valor y el buen hacer, triunfa de nuevo algo que no sé cómo calificar. ¿Política?¿Eficiencia?¿New fashion?

La Tercera era (es) una buena escuela y una laguna de talento, por todos los que allí moraron y aún hoy quedan. Algunos se despiden ya hacia nuevos destinos, y otros dudan sobre lo que hacer.

Tuve la inmensa fortuna de hablar de todo esto con Uko, que honró mi casa con su visita. Yo también lo siento, compañero de armas. Pero no dejes que todo esto te amedrante. Un soldado lo es aún sin General o sin Legión. La condición va por dentro, es personal, intransferible y arma tu ADN de guerrero.

Vaya con vosotros, hermanos de armas, mi dolor y mi pena. Si, también mi alivio por dejar mi puesto «a tiempo», aunque como sabéis un soldado nunca está a salvo de nada, y cada nuevo desafío puede suponer el deshonor o la misma muerte. Toda la fortuna de los dioses para vosotros ante este nuevo desafío.

Ave póstuma, Tercera Legión. Yo también soy Tertia Legio, y me duele de verdad. Toda la fortuna y el honor, queridos hermanos de armas.

Soldado Cadepo, ille in vineis.

 

 

Ad Bellum

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Cadepo, soldado del Imperio 08151024176307770

Esta trinchera es un coladero. Tal cuál. No me refiero ya a la suciedad, el desdén, el desorden y el abandono. No me refiero al hecho de estar en una pequeña trinchera allá donde la tierra del vino aprende su nombre. Me refiero al abandono emocional hecho bandera, costumbre y ley entre los que aquí defienden.

Por no hablar del aseo, con sus 10 graditos de máxima en invierno o verano. Échale todo el arrojo que tengas, si realmente necesitas entrar, porque tus posaderas van a cubrirse de escarcha. Hay que pensárselo dos veces, porque sales de allí como los ángeles: sin sexo apreciable.

Desorden en el polvorín, cajas por doquier, armas desenfundadas, civiles deambulando por la trinchera fuera de la franja temporal de visitas, munición fuera de sus envases, ametralladora fuera de servicio cada dos por tres. Sistema de luces y comunicaciones haciendo aguas. Un cuadro poco alentador. Hablar de la OI (Ordenanza Imperial) es como el mirar de las vacas al tren.

La costumbre hecha ley es la razón en sí misma, o la razón pura, como diría un buen soldado acostumbrado a otros pensamientos. Pero es en realidad, de la costumbre, la mala costumbre. Al enemigo, como a un pequeño, hay que educarle, aunque sea sólo para reconocer un disparo de advertencia de la amenaza de abrir fuego de verdad. Debe saber cuándo debe retirarse sin más. Cuándo su presencia es realmente inconveniente.

Desde luego que la ortodoxia de la Ordenanza puede provocar una matanza entre civiles y fuerzas propias si un recluta novato la aplica sin cerebro. Pero su falta de aplicación puede hacer el mismo daño, sobre todo, en fuerzas propias. La Ordenanza, al margen de su dureza, seguramente existe para algo. Además de para el control de trinchera, para evitar que alguien te pegue un tiro en el culo. O se lo peque a sí mismo.

Tengo pocas esperanzas en esta trinchera, no por la falta de actitud o aptitud que me inspira. Sin ser yo una lumbrera, echo en falta ambas virtudes por igual. Sino por la falta de sensación de peligro. Trabajamos con armas y personas. El dejar el cerebro de vacaciones, en mi opinión, no es una opción válida ni por un minuto.

Creo que en condiciones «normales», entienda cada cuál lo que estime, debería ser relevado. Sobre todo, si soy sólo yo el que ve el peligro…. sin haberme fumado nada. No quiero saber qué se han tomado por ahí arriba. Ni que sirva de excusa para que me orinen encima…aunque haga mejor temperatura en cualquier excusado enmoquetado que en esta nevera desde la que, por cierto, ni me he planteado escribir. Aprecio mucho mi vida, y todas las partes de mi cuerpo, por imperfectas que sean.

 

Ser o no ser jeta

Anotación en el diario de Cadepo (CDP), de un diálogo de la trinchera en Bellum:

Como suele decirse, las cosas dependen del cristal con el que se miren. La realidad es a veces compleja, de suerte que ya no tenemos blanco o negro como posible respuesta. 

CLT. Buenos dias….quería que me hicieras una transferencia

CDP. Muy bien….

CLT. Pero desde la banca por Internet…aquí te traigo las claves

CDP. Disculpe. Conoce la confidencialidad de las claves, por lo que yo…

CLT. Nada, nada…que aquí me lo han hecho así siempre.

CDP. ¿Está segura? Mire usted que…

CLT. Anda, empieza…esta es la cuenta mía, y éstas son mis claves.

CDP. Muy bien…¿me puede decir la cuenta?

CLT. Pues esta!! La mía!!

CDP. Disculpe…la cuenta de destino de la operación.

CLT. Ah! Esta es, la tengo escrita en este papel…

CDP. ¿Dispone de su teléfono móvil aquí?

CLT. No, lo tiene mi marido…¿por qué?

CDP. ¿Dónde está su marido ahora?

CLT. En el trabajo…él tiene el móvil. ¿Por qué?

CDP. Disculpe, pero para efectuar la operación es necesario un código que se envía al móvil…

CLT. Ah!, no te preocupes…le llamamos cuando lo hagas, y que nos de el código.

CDP. Muy bien….espere, vamos a llamarle. Disculpe, el señor X?

CLT2. Sí…¿quién es?

CDP. Le habla el soldado Cadepo…estoy aquí con su señora, haciendo una transferencia…¿puede darnos el código que le ha llegado?

CLT2. Pues no…es que no me has dado tiempo a leerlo!! Vas y me llamas enseguida!!

CDP. Disculpe, pero si tardamos mucho, la operación se cancela de forma automática….esto es como los yogures, que caduca…

CLT2. Pero es que no me has dado tiempo!! J**er, estoy aquí con el móvil que me pita y llamas tu en seguida…es que no he tenido tiempo de mirarlo!!

CDP. Muy bien caballero…¿esperamos un poco o prefiere llamar después?

CLT2. Es que no me has dado tiempo!!

CDP. De acuerdo, le esperamos…llame cuando hayas visto el código, por favor.

….

CLT. Es que claro, no le has dado tiempo a mirarlo…

CDP. Ya….

CDP. Soldado Cadepo…dígame?

CLT2. Que soy yo…aquí te digo el código…999999

CDP. Entendido. Es correcto, lo hemos podido realizar, muchas gracias.

CLT. ¿Ya está?

CDP. Si, aguarde, que le entrego la hoja… En otra ocasión, si le parece, le paso con mi cabo, porque en trinchera debemos agilizar…

CLT Pero si no hay nadie más!!

CDP. Ya, pero si lo llega a haber, entienda que nos demoramos demasiado…

CLT. Bueno, pues como estoy la primera, pues me atiendes…

CDP. Muy bien…aquí lo tiene. Muchas gracias.

CLT. Vale, adios… y la próxima vez, a ver si no eres tan jeta!!

CDP.(hay que joderse).

Cadepo, soldado del Imperio 081510241763077

Como el Guadiana

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Reproducimos aquí un fragmento de la transcripción obtenida de forma «alegal» del Sistema Digitalizado de Comunicaciones del Imperio (IDCS). Se ruega máxima discreción y se os apercibe sobre su distribución.

*** IDCS Channel 4 93.23 connected. No copy is allowed. Illegal access will be penalized.

SELF. Echo…alguien me copia?

CDP. Echo en frecuencia alfa…

SELF. Identifíquese, por favor, según el Protocolo Imperial.

CDP. Soldado Cadepo, 081510241763077

SELF. Un momento….¿Cadepo? ¿Destacado en Beirut, Mordor Towers, Bellum, Apple City y Limex? ¿Eres tu?

CDP. Afirmativo, señor. Charly-Alpha-Delta-Echo-Papa-Oscar. Cadepo a sus órdenes.

SELF. No me atrevo a preguntar desde dónde me copias…

CDP. Se lo diré yo, aunque no es difícil de adivinar…Bellum.

SELF. ¿De nuevo Bellum?¿A las órdenes de Nass?

CDP. Afirmativo, Bellum. Es mi base de operaciones en teoría, mire el Geolocalizador Imperial. Vuelvo a bailar con jabalís. Nass dirige el «cotarro», aunque tiene  su unidad un poco mermada. Por eso me incorporo. Es lo que tiene se ECBLD

SELF. ¿Dónde ha estado todo este tiempo? Le perdimos la pista hace un año… UN AÑO!!

CDP. Es un poco difícil de explicar…usted ya sabe….la monotonía, la orografía, ir de aquí para allá, el fuego de trincheras….vida de milicia, tal cuál. ECBLD te da otra «perspectiva» de las cosas.

SELF. Las últimas noticias le situaban en Limex, destacado con un pequeño comando de nombre peculiar…espere, reviso mis notas….

CDP. Marcopolos, señor. Comando Marcopolos. Blondy, Snipper, PineFace, Brno, Doctor. Algunas bajas a fecha de hoy, pero mantiene su esencia. Buen equipo.

*** IDCS Channel Marketing on line. Take your Samsung TV and payment is up to you.

SELF. Siguen en Limex?

CDP. Afirmativo…los que quedan.

SELF. ¿Cómo fue la vida en Limex?

CDP. Complicada, pero ya estaba habituado. La trinchera es lo que tiene. Por el silbido sabes por dónde viene la granada. Trinchera difícil, plaza difícil. Pero ya tenía mi jergón. Y estaba en buena compañía.

SELF. Lo peor el transporte….

CDP. Afirmativo de nuevo. El sitio es poco accesible, como ve en la cartografía. Lluvia o nieve ocasionales, la niebla por compañera de vez en cuando. Limex es una sombra de lo que fue. Una ciudad post-industrial reducida a un agujero sin futuro. Una cueva de viejos y yonquis, en palabras de Dunn.

SELF. ¿El Coronel Dunn?

CDP. Afirmativo, Dunn. Es el mando en ese sector noroeste. Quizá le conociera como yo, siendo teniente Dunn. Pero ahora es Coronel, con mando en tropa. Una Danisión entera.

SELF. ¿Has servido para él? Conozco precedentes por su hoja de servicio, Cadepo…

CDP. Afirmativo. De forma puntual..algunas prácticas de Inteligencia, algunas incursiones a desmano….poca cosa. Aunque muy gratificante. Uno no puede renunciar a lo que es, aunque vista de campaña.

SELF. Soldado, seguiremos en contacto. No sé si felicitarle por el cambio…..

CDP. Echo, yo tampoco lo sé. Soy como el Guadiana. Sólo hay algo que repito como un mantra: «No surrender». Pregunte a Clavillo, él sabe por qué.

*** IDCS Channel Connection Lost.

El gen T

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Cadepo, soldado del Imperio 08151024176307770

En realidad, tenía una imagen muy diferente de Limex. Debido con toda seguridad a Peuve, hijo del lugar, con quien compartí buenos y malos ratos en mis primeros años de cadete. Presumía este cadete corajudo de su cuna como una pequeña ciudad industrial, moderna, civilizada y con un sentimiento aberchale muy arraigado, que la aproximaba emocional y culturalmente más a otra patria que a la propia. Quizá acaso por su situación de frontera.

Durante mucho tiempo creí que lo expresado por Peuve respondía fielmente a la realidad, al margen de bromas, chascarrillos y su habitual buen humor y socarronería. Y que ese mejor o peor entendido «aberchalismo» era en el fondo una señal de cierta inquietud cultural o política que situara a sus habitantes un peldaño por encima de la media local.

Las últimas semanas allí vividas y la información intercambiada con el comando Marco Polo (Boc, Snipper, Pineface, Blond y Gazz) y otros bravos destacados en el lugar cambian mi percepción. De manera radical. Hay muchos patrones de comportamiento social que ya en mi bisoñez había observado en Beirut (Calderistán), y que sin embargo afloran también aquí. El tejido social es muy diferente de aquel encontrado en las colinas sinuosas de Beirut, donde el almuecín llamaba a la oración. Pero algunas de las pautas son en el fondo las mismas.

Medio en broma medio en serio, he llegado a la conclusión de que la causa es bio-ilógica. Considero seriamente que todo se debe a la presencia de un gen mutante, al que he bautizado como gen T. Es posible que esta «mutación», si existe, esté causando los estragos que dia a dia presenciamos en la trinchera. Se distribuye de forma generalizada por sexos o rangos de edad, sin que aparezca sesgado en ningún momento

Describo de forma gráfica algunos efectos observados:

  • Prisa desaforada. Siempre. El sujeto muestra una prisa exagerada siempre. Parece que viviera en Madrid, aunque en realidad su hábitat se restringe a medio kilómetro cuadrado, de donde apenas sale.
  • Problemas de dicción. Habla entre dientes, a pesar de tratarse en muchos casos de individuos de mediana edad o muy jóvenes. Se intuyen, más que se entienden.
  • Problemas de asociación de conceptos. Demuestran verdaderos problemas al explicar el motivo de su presencia ante el centinela. Es más una labor de sabueso o de intuición lo que permite al vigía establecer lo que ocurre. Con todos los riesgos que implica el «suponer». Escasa información proporcionada, que se suele reducir a «…mira eso a ver». Gen T bloquea la capacidad de identificarse o de aportar IBAN, CCC o códigos complejos como los descritos, aunque sea transcritos al papel. Eso sí: si los aportan, será en un mensaje de texto de su iPhone último modelo.
  • Cabreo permanente. Aparecen siempre frente al centinela molestos con algo, no importa si tiene o no que ver con la trinchera.
  • Queja permanente. El motivo de su llegada se relaciona con la queda de algo o por algo. A pesar de ser informados de que ciertas cuestiones no tienen vuelta atrás. La queja persiste siempre, sea cual sea su grado de información o asesoramiento. La queja es bio resistente. El gen T se encarga de ello. Probado de forma empírica: puede decirle al sujeto que compre el pan en otra tienda, que seguirá en esta, a pesar de que sea más caro, y de que es peor y de que…. ¿acaso lo que busca es sólo poder quejarse? Como puede ver el lector avispado, la causa es sin duda bio-ilógica, la he denominado gen T.
  • Resistencia al cambio. El sujeto es incapaz de realizar algún tipo de cambio conductual. Incluso aunque sea ayudado por el centinela para ello. Conceptos como canal interactivo, domiciliar, realizar órdenes permanentes o manejo del cajero automático, o similar, resultan casi agraviantes para él. Por no incidir en el cambio de trinchera, ante cuya sugerencia dilata sus pupilas y se bate en retirada táctica. Hasta la próxima, claro.
  • Facilidad para bloquear sistemas complejos. La mayor carga del gen T es directamente proporcional a la influencia que el sujeto tiene para bloquear sistemas electrónicos, bien por acción directa o bien por influencia indirecta sobre el centinela.
  • Fobia a la teoría de colas. Si el tamaño de cola de servicio supera un umbral alfa, la probabilidad de abandono de la misma por parte del sujeto gen T sensible es de al menos (1-alfa). Por ello, querido centinela, corolario: una vez que la cola supere dicho umbral, por favor, reduce tu velocidad de servicio en al menos 1/alfa y conseguirás, entre sorprendido y alucinado, que tu cola de servicio se reduzca «ella sola» por debajo del mencionado umbral alfa. Eso sí: es posible que las métricas sobre calidad de servicio caigan 0,01*alfa…tenlo presente.
  • Influenciables por los medios. Todo lo visto u oído en los «mass media» es rigurosamente cierto. Sobre todo, si se trata de los canales oficiales del poder. El gen T bloquea cualquier amago de análisis crítico o de duda razonable. Demostrado empíricamente.
  • Inhibición a la educación. En sentido estricto, gen T bloquea la conducta ordenada fruto de un ejercicio constante de educación (duco, guiar) llevado a cabo en el hogar. Los sujetos gen T sensibles pueden interpelar al centinela en cualquier momento, irrumpir en el despacho del capitán sin cita y sin llamar, discutir con cualquier otro sujeto sin motivo aparente, y buscar «bronca» con cualquiera, aunque no estuviesen esperando turno. Posiblemente gen T sea también el responsable de estas conductas anti sociales.

Cada día que paso en esta trinchera pienso en ti, Terrades, y en nuestra querida Bruxa. Me pregunto seriamente si no tendríais aquí campo suficiente para implantar EMDR como un complemento serio en preventiva y paliativa.

Además de creer firmemente en la rentabilidad del «negocio», seguramente pudierais establecer las bases para un estudio riguroso sobre la presencia, efectos y tratamientos de los efectos devastadores del gen T. Estoy seguro de que, acaso, las autoridades lo incluyesen en la carta de servicios básicos a la población por parte de Atención Primaria. Sería una mejora evidente para la población de Limex, de Beirut y tantos otros lugares…. y sin duda, una candidatura al Nobel para vosotros.

Mientras eso ocurra…me temo que los bravos de esta trinchera y otras vecinas contemplaremos con preocupación los efectos de este maldito gen T.

PD. Animo además a cualquier hermano de armas que nos reporte si ha detectado algo similar a la sensibilidad por gen T en la trinchera donde se encuentre….siempre es bueno saber si la mutación está localizada o no.