Etiquetas

, , , , , ,

Aunque de forma incipiente, creo que es bueno poner la pausa en este momento y hacer un pequeño balance. Una semana no es demasiado tiempo, aunque el paso del mismo es algo subjetivo y en mi caso parece que haya pasado un mes.

He vivido con intensidad estos dias. Intensidad tanto en lo profesional como en el apartado de vida personal. Me alegro por haber estado tremendamente concentrado, después de un año de ERE que amablemente me regalaron. Hemos cuadrado todos los dias con cierta facilidad, y alguna pequeña ayuda. Este parón no parece haber oxidado mis bisagras, y me encuentro en plena forma. Podría comenzar con aquella frase de Fray Luis de León «como decíamos ayer…». 

Los sucesos en el ámbito doméstico y personal me han mantenido muy vigilante, alerta e interactuando con otros. Tanto el tema del grifo, felizmente resuelto, como las cuestiones de mi ADSL que los chicos de ANO no han culminado aún de forma satisfactoria.

En lo que a compañeros de trabajo se refiere, estoy más que satisfecho. Podría cebarme en elogios hacia Terrades (sin duda los merece, y cuanto más conozco de él más me reafirmo en este pensamiento). Pero el resto de ellos no le van a la zaga: todo el mundo me ha ayudado, se ha preocupado por mi situación y mi bienestar, en lo laboral y en lo personal.

Desde el punto de vista del idioma, todo el mundo ha tenido en cuenta que soy un castellano-parlante que como es lógico apenas entiende catalán, y se han preocupado de hablarme en castellano. Esto unido a mi interés por entender y mis balbuceos en este idioma han generado una macedonia que se presume dulce y que promete hacia el futuro. Gracias a mis compañeros por esto, pero también a muchos de los clientes de la oficina.

La clientela es en general paciente con el novato, aunque evidentemente hay de todo. Sin problemas tampoco en este aspecto.

He retomado mi actividad formativa, un tanto paralizada en los dos últimos meses. Tras la preceptiva visita al señor Ikea, he conseguido con pocas «perras» una mesa y una silla de estudio. Vuelvo a coger carrerrilla en este asunto.

Quizá me falta un poco más de «vida social» y de «conocimiento del medio», si bien hasta el momento no han sido para mi una prioridad. Aunque soy consciente que los que hemos sufrido este proceso tendemos un poco a encerrarnos. Tengo forma de ponerme en contacto con otros en similares circunstancias (gracias, Joshua), pero como digo no es algo que considere urgente hacer.

En resumen: una primera semana muy aceptable en Polonia, tanto desde lo profesional como en lo laboral. Soy muy consciente de que los malos momentos llegarán, en cualquiera de los ámbitos. Pero que nada ni nadie me quite ahora disfrutar de este momento, como se aprecia un refresco o un poco de agua fresca en un dia de calor.