Etiquetas

, , , , , , , , , , , , , , , ,

Soldado Imperial clase B

Soldado Imperial clase B

Se presenta CADEPO, Soldado Imperial de clase B, procedente de Estrella Polar.  A sus ordenes!. Con su permiso, procedo a informarle.

Fui arrestado y me aplicaron grilletes de clase ERE. Se me confinó durante un año con arresto domiciliario. Con derecho a paro y a la percepción, por mandato imperial, del 25% de mi salario bruto.

Pude desarrollar mi segunda actividad (en paralelo en los últimos 10 años, pluriempleo), perdiendo algo de dinero. Pude simultanear con el paro. Podemos decir que salvé el año, que mis hijos no han pasado hambre y que me he mantenido mentalmente bastante activo y bastante calmado. Contenido, diría yo.

Cumplida mi «condena», fui destinado como Soldado Imperial a Polonia. Tuve que decir «bye bye» a mi segunda actividad, en la plaza que ocupaba y en otra más a la que había concursado y que, afortunadamente, había ganado. Son sólo pequeñas heridas de combate: con ellas ya contaba, aunque escuecen.

Destinado en principio, a una cuca oficina en Lacrimal,  zona obrera, tranquila. Tuve suerte y constituí mi base de operaciones en una calle aledaña.

Solo que los planes del Imperio habían cambiado, y a la primera de cambio me ví solicitando un traslado «voluntario» a la oficina del barrio de Beirut Oeste.

Nada que objetar sobre el nuevo y actual destino, salvo la pequeña incomodidad de caminar 15 minutos, y endurecer mis nalgas con calles escarpadas y de pendiente respetable. 91 escaleras de subida, con la fresca matinal, y recién desayunado. Sobre todo a las 15:00, con una humedad del 70% y a 30 grados.

Mi capitán se dio cuenta de que tenía «muchos» días de permiso pendientes. Pero caramba…¿no sabían antes que llegaba un recluta con muchos días libres? He disfrutado de un par de semanas de este agosto, y he ocupado la base durante otras dos.

Pensaba, si se me permite, que quizá me podía haber incorporado a filas en septiembre y ahorrarme un mes de alquiler de la base. Porque al momento de escribir estas líneas, de mi maltrecha economía ya ha salido el equivalente a 3 mensualidades (2 para fianza + 1 mes), en espera de la ansiada primera nómina. En los huesos me voy a quedar.

En el fondo, muy en el fondo, debo reconocer que he tenido suerte. El Imperio me capturó en la cubierta de una nave a la deriva: al menos eso es lo que se comunicó a la tropa. E hizo de mí, después de un tiempo, un Soldado Imperial. De clase B.

No esperaba ser recibido con salvas de honor. Evidentemente. Sé quien soy. Ex-convicto,  procedente de una tripulación considerada casi como de corsarios cósmicos. Al pertenecer a una constelación cercana a la Estrella Polar, se me aplicó la legislación Anti-Terrorista Estelar. Pero nada personal: sólo de forma preventiva. Aunque, por todos los astros, agradecería un camino sin asteroides que me hagan tropezar.

Sé que no soy digno de formar parte de estos barracones, por mi pasado corsario…. (¿presunto?). Ni pedí ser corsario, ni ahora Soldado Imperial, clase B. Pero las cosas a veces suceden sin nuestra intervención. El devenir y los astros me han traído hasta aquí. Y aquí estoy, a las órdenes del Imperio.

Soy Soldado Imperial, clase B. Y ojalá que la Fuerza me acompañe.