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Beirut, cartas, desde, errores, Gamonal, Lacrimal, oeste, polonia, sistema, subconsciencia, subconsciente, vida
No descubro nada nuevo al decir que nuestros sueños proyectan lo que somos o lo que queremos ser. Y en ellos, nuestro subconsciente se manifiesta con total libertad, esa misma libertad que la educación recibida, las normas de comportamiento y nuestro saber estar ponen a buen recaudo.
Llevo poco tiempo en Polonia, pero tengo la creciente sensación de que mi subconsciente me lanza mensajes constantemente. Más aún. Me está pidiendo explicaciones. Si fuese un ordenador, son errores de sistema que se repiten una y otra vez, porque parece que el problema que los origina sigue plenamente vigente.
Todo ha sido muy extraño en los últimos catorce meses. Todo se ha salido de madre. Hemos pasado de una actividad profesional intensa, con exigencia constante, con horarios fijos, con planificación, con orden… a una vida un tanto anodina, a horarios demasiado laxos, a detestar los fines de semana, a necesitar más «caña»… todo ello a pesar de mis esfuerzos.
Algunos de los «errores de sistema»:
- El sitio de residencia habitual es ahora el sitio de vacaciones.
- Estar de vacaciones significa ahora descansar un rato en mi sofá de mi casa. La de la hipoteca, por supuesto.
- Casa es ahora la Base Nuevo Gamonal.
- Planear una actividad lúdica es ahora compartir un café con amigos y ex-compañeros, pero en horario y lugar del trabajo de antaño.
- Estar con los tuyos es ahora un privilegio para el tiempo de descanso.
- Tomar una caña con los compañeros es ahora más intenso que antes una cena de Navidad.
- Cada quince días, cambiar de cama (no digo de acompañante, para que nadie piense mal).
- Viajar y al llegar a destino, planear nuevo viaje de retorno.
Sobre el papel, estoy encantado. Soy héroe nacional. Me reciben casi con honores militares. Un encuentro que antes se zanjaba con un «hasta luego» es ahora una conversación amable y sincera, o motivo para un café. Mi ego está encantado, porque recibe la preocupación sincera de todos cuantos te quieren.
Pero algo no va del todo bien. La vida subconsciente está ahí. Y los mensajes de «error» persisten. Porque claro, las cuestiones que los originan, comenzaron hace poco tiempo, y a priori, están un poco lejos de solucionarse. Yo vivo a caballo entre Polonia y mi Burgos del alma. Entre Gamonal y Beirut Oeste o Lacrimal. La pregunta del millón es….¿dónde vive ahora mi subconsciente?. Y más aún: ¿qué es lo que le devolverá la calma o la armonía con mi vida «consciente»?¿Alguien se anima a «psicoanalizarme»? A más de uno se lo he puesto fácil.